Viejos son los trapos

Invariablemente, más temprano o más tarde, todos los seres humanos nos enfrentamos al paso del tiempo. Que los adultos mayores tengan entusiasmo por aprender, compartir y conocer nuevas experiencias que posibiliten su crecimiento individual y social es un desafío para muchos que, en ocasiones, se hace realidad. Aquí apenas una muestra de cuánto puede tener que ver con eso una biblioteca comunitaria.


Por María Laura Migliarino


Juan Carlos Gómez es la persona que se ocupa de llevar adelante la biblioteca del Club de Día para adultos mayores “Mensajeros de la paz”. Cuando uno llega a su lugar de trabajo no admira los más de 5000 volúmenes apilados en las estanterías; su clasificación, catalogación y ordenamiento por categorías. Tampoco llama la atención enterarse de sus actividades de apoyo escolar y su servicio de préstamo de libros. Lo que fascina es descubrir que Juan Carlos está próximo a cumplir 81 años y que acaba de obtener su título terciario de bibliotecario hace apenas un poco más de 12 meses.
La biblioteca nació en el año 2001, casi a la par con la inauguración de un comedor comunitario que a partir de un convenio con PAMI se transformó en un Club de Día. Juan Carlos, uno de los primeros en formar parte del comedor, fue el elegido por el director de aquel entonces (Hugo) para ocuparse de una incipiente biblioteca que no estaba organizada y tenía muy poco uso.
“Yo me sumé al Centro en el año 2009 y en abril de 2010 me hice cargo de la biblioteca. Yo venía de la electrónica, me interesaban los circuitos electrónicos digitales, no sabía nada de libros. Pero el director insistía en que la biblioteca era un espacio para mí. Al principio pensé que estaba loco, pero como me gusta estar en actividad, acepté el desafío y aquí estoy, feliz y orgulloso”.
En la entrevista Juan Carlos nos cuenta que el primer año que participó del Centro entendió que ese lugar tenía algo para ofrecerle y que él, que se sentía tan a gusto, podía dar algo a cambio. “Al principio me sentaba por las tardes a escribir o dibujar circuitos y creo que eso fue lo que le llamó la atención a Hugo para proponerme lo de la biblioteca. También me ocupaba de armar los discursos de las fechas patrióticas. Con lo poco que sabía y ganas e inteligencia armé lindas cosas y eso Hugo lo vio”.
Al principio nos cuenta que se sentía como un perro en cancha de bochas y que para el festejo del bicentenario del 25 de mayo Hugo le pidió que buscase una publicación sobre el tema. “Fui a la biblioteca y en 5 minutos encontré el material que se necesitaba. De ese hecho a participar de un curso de capacitación cuatrimestral para auxiliares de bibliotecas comunitarias no pasó mucho tiempo. Después, como soñábamos con una biblioteca grande, me dijo: “Juancito, con esto no alcanza”. Y me anoté para bibliotecario en la Biblioteca Nacional. Fue un gran sacrificio pero valió la pena”.
Una de las características principales de un centro para tercera edad es que el adulto mayor se encuentre activo, que participe de las distintas actividades que se proponen. Y eso, Juan Carlos lo tiene más que sabido: “Yo soy muy activo, no me puedo quedar quieto. Me gusta moverme. Eso beneficia a la salud y a la mente. La biblioteca es una institución que funciona para el conocimiento literario, para la formación de una persona de cualquier edad. El adulto mayor tiene siempre que estar activo, física y mentalmente. Tiene que estar a la altura de un chico, investigar, querer conocer.” Y en ese sentido es que se le ocurrió invitar a todos a participar en la confección de los discursos para conmemorar actos patrios o fechas especiales.
La biblioteca de Mensajeros de la Paz cuenta con una variada cantidad de cuentos y novelas, enciclopedias, atlas, manuales y libros de texto que se utilizan los días sábados para brindar apoyo escolar para niños pero también adultos que no han terminado la escuela primaria o secundaria. Sus puertas están siempre abiertas, con o sin presencia de su bibliotecario, para que los mayores puedan acceder al material y elegir un libro para llevarse a casa. Pero además de los libros, el espacio cuenta con una invitada estrella: la juegoteca. Juegos de mesa para todas las edades que circulan tanto como los libros.

Club de Día “Mensajeros de la Paz”
Flores 
Mensajeros de la paz es un Club de Día que mediante un convenio con PAMI abre sus puertas  de 9 a 17 horas a adultos mayores a partir de los 60 años. Los beneficiarios reciben a diario un desayuno, un almuerzo, una merienda, y participan de actividades y talleres destinados a mejorar la salud física y mental y fortalecer vínculos sociales.

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